sábado, 14 de enero de 2017

CRÍTICA DE SILENCIO




  1. Titulo original: Silence
  2. Año: 2016
  3. Duración: 159 min
  4. Pais: Estados Unidos
  5. Director: Martin Scorsese
  6. Guionista: Martin Scorsese, Jay Cocks
  7. Música: Kim Allen Kluge, Kathryn Kluge
  8. Fotografía: Ródrigo Prieto
  9. Actores principales: Andrew Garfield, Adam Driver, Liam Neeson, Ciarán Hinds, Issei Ogata, Tadanobu Asano, Ryo Kase, Hiroyuki Tanaka.
  10. Género: Drama, S. XVII, Religión, Japón Feudal.
  11. Web oficial: No tiene
  12. Resumen de la película: Segunda mitad del siglo XVII. Dos jesuitas portugueses viajan a Japón en busca de un misionero que, tras ser perseguido y torturado, ha renunciado a su fe. Ellos mismos vivirán el suplicio y la violencia con que los japoneses reciben a los cristianos.  
  13. Premios: 2016: National Board of Review: Top 10 del año y mejor guión adaptado. American Film Institute: Top 10- mejores películas del año. Críticos de los Angeles: Nominada a mejor actor secundario (Ogata)


Ya en sus primeras cintas, Martin Scorsese siempre dejaba claro la importancia de la religión en su forma de hacer cine. Fue en parte gracias a la relación con el guionista Paul Schrader, calvinista confeso y quien le impulso a dejar más constancia del sentimiento de culpabilidad heredado del cristianismo en sus obras (fijaos en el personaje de Harvey Keitel probando su resistencia sobre una vela durante los primeros minutos de Malas Calles de igual manera que De Niro lo hiciese sobre unos fogones en Taxi Driver), y cierta iconografía que el mismo Scorsese extrajo de las enseñanzas plasmadas en el Antiguo y Nuevo Testamento, como aquel boxeador que respondía al nombre de Jake La Motta crucificado en el ring o el propio Jesucristo bajando de la cruz en la que era su película más religiosa hasta la fecha, La última tentación de Cristo, que el propio director neoyorkino crease un sentimiento de necesidad para plasmar de algún modo la religión en su filmografía

Ahora bien, cuando Martin Scorsese leyó por primera vez la obra de Shusaku Endô Silencio durante un viaje al país nipón en 1988, fue en aquel momento cuando la religión dejo de ser un mero detalle secundario para convertirse en el motor de la trama, una historia que tenía todos los elementos para triunfar y que más de una década después llega a nuestras pantallas.


Empezemos señalando un detalle crucial: Silencio no es una película para todos los públicos. Dura casi tres horas y posee un ritmo más bien mortecino que a vecés se nota bastante, un aspecto que ya de por sí no terminará de convencer a aquellos que se negaran a visionar la cinta porque trata de curas. Ahora bien, si logras asimilar este dato y eres capaz de dejarte llevar, puedo afirmar que disfrutaras de una verdadera obra mestra. Silencio es posiblemente una de las películas más redondas de Scorsese en su planteamiento de la historia, la cual se podría decir que mantiene varias similitudes con Apocalypse Now (Francis Ford Coppola, 1979) sobretodo en lo referido al personaje de Liam Neeson, ese enigmático padre Ferreira que es mitad coronel Kurtz y mitad Muccguffin Hitchconiano. Tiene un mensaje cuya poderosa connotación religiosa no empaña el conjunto, y además lanza una gran crítica contra la idea equivocada que tiene la propia iglesia católica de expandir la religión cristiana, un detalle que ya trataba el propio Endô en su obra con un trasfondo igual de crudo.
Técnica y visualmente díria que es preciosa y tiene un apartado fotográfico a cargo del mexicano Ródrigo Prieto bastante oscarizable, algo que compensa la carencia de una banda sónora propiamente dicho pero que viene a ser normal teniendo en cuenta el carácter simbólico que tiene el título de la cinta.


Si hablamos de las interpretaciones, resulta imposible no hacerlo sin referirnos al inmenso trabajo con el que vuelve a deslumbrarnos un jovén Andrew Garfield trás su reciente paso por Hasta el último hombre. Algunos críticos señalan que Garfield debería aspirar al Oscar por su papel en esta cinta ya que en gran parte el carga con el mayor peso de la misma sobre sus hombros, salvo que yo prefiero que lo haga por su trabajo en la de Gibson que me parece fantástico. Adam Driver es su compañero durante la primera mitad del film y es innegable que hace un gran trabajo como secundario durante dicha parte pero se me antoja bastante escaso y nos deja con ganas de ver más su potencial.
Liam Neeson sale muy poco tiempo en pantalla, pero en cuanto lo hace, esta se engrandece con su presencia y nos ofrece un increíble recital intepretativo con tan solo una mirada, mientras que Issey Ogata borda al pretencioso e irritable inquisidor Inoue, sobretodo durante los momentos que comparte con el personaje de Garfield.


Por lo demás, no tengo muchas pegas sino alabanzas para la que esta siendo una de las películas más ninguneadas durante esta temporada de premios y que espero se acuerden de ella para los próximos Oscars. Silencio es una historia apasionante y cuya épica reside en la declaración de intenciones que intenta transmitirnos su propio director, un nuevo triunfo del inigualable Martin Scorsese.

LO MEJOR: La oscarizable fotografía a cargo de Ródrigo Prieto y un portentoso Liam Neeson.

LO PEOR: El personaje de Driver se podría haber aprovechado un poco más y además esta el aspecto de la mastodontica duración.

Puntuación: 8/10


 

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