Ya está aquí una de las citas más importantes del panorama festivalero español: el Festival de Cine Europeo de Sevilla. El certamen andaluz celebra su 16ª edición con algunas de las películas más aclamadas del año y recibiendo en suelo sevillano a realizadores europeos tan importantes como Rodrigo Sorogoyen, Bruno Dumont o Marco Bellocchio, nombres sin los que no podría entenderse el cine europeo actual, en una miríada de historias que (esperemos) sorprenderán del 8 al 17 de noviembre a los habitantes de la capital hispalense. Como llevo haciendo desde 2017, cuando comencé esto de cubrir por mi cuenta el festival, quisiera compartir con todos vosotros en forma de crónicas mi opinión a cerca de las cosas hechas y películas durante los próximos días. Espero que os gusten, eso y que os descubran algún que otro título interesante. Sin más preámbulos, empecemos por el principio:
- THE SOUVENIR
Producida por el afamado Martin Scorsese, esta ha
sido una de las películas más aclamadas del año en Estados Unidos (cabe destacar que obtuvo el Premio del Jurado durante la última edición del prestigioso Festival de Sundance). La firma Joanna Hogg, quien es objeto de una retrospectiva en el Festival de Sevilla: durante los próximos días podrán verse las diferentes películas que integran su corta filmografía, incluido este último trabajo suyo con el cual inauguré el Festival este 2019. En su nuevo filme nos cuenta la historia de Julie, una estudiante de cine (interpretada por una maravillosa Honor Swinton Byrne, hija de Tilda Swinton) la cual inicia su primera relación seria con un hombre de dudosas intenciones, pero por el que está dispuesta a hacer lo que sea. A ver, las cosas como son: a mí, personalmente, no me gustó la película. Es innegable que tiene ciertas virtudes (veáse su espléndida dirección de actores), ahora bien, yo por lo que sea no logré "entrar" en ella, de modo que se me hizo un tanto pesada. No supuso una gran decepción para mí, ya que no tenía muchas expectativas puestas en la misma, pero tratándose de mi primera película este año sí que me dejó un regusto amargo.
- WILKOLAK (PERROS DE PRESA)
No
existen muchos lugares que se parezcan tanto al infierno como los
campos de concentración, y probablemente los más desoladores de todos eran aquellos en los que también se encerraban a
niños. Un grupo de jóvenes supervivientes del Holocausto son los protagonistas del
segundo largometraje de Adrian Panek, ganador de los premios a Mejor Director y Mejor Banda Sonora en el Festival de Cine Polaco de Gdynia y seleccionada para competir por el Premio del Público aquí. Estos jóvenes son liberados en medio del bosque, en una mansión abandonada más concretamente, donde tendrán que afrontar el hambre y lidiar con unos agresivos perros. En cierto modo, me recordó mucho a Un lugar tranquilo, otra cinta sostenida sobre dos ejes fundamentales: la puesta en escena y su reparto. Sin ser ninguna maravilla, la película entretiene y cuenta con un par de momentos bastante tensos, los cuales logran poner en jaque al espectádor.
- LA GOMERA
Esta propuesta resulta cuanto menos curiosa: se trata de una producción rumana, la cual transcurre en la isla que da nombre a la película. Allí viaja su protagonista, un policía con una doble vida, para aprender el "silbo gomero" (una forma ancestral de comunicación basada en silbidos) y así poder sacar de la carcel a un importante criminal sin que la policía se percate. Primera película que veo de Corneliu Porumboiu y la verdad es que, visto lo visto, no descarto darle una oportunidad al resto de su filmografía. Una obra de corte Noir tan divertida como juguetona que engancha mucho y cuenta con la colaboración del director Agustí Villaronga, quien da el pego haciendo de mafioso europeo. No creo que deje indiferente a nadie.
- AND THEN WE DANCED
No me cabe duda de que, cuando termine el Festival, esta cinta estará entre mis favoritas (de hecho, por el momento, es la mejor de todas las que he visto hasta ahora). Este drama de origen georgiano tiene como protagonista principal a Merab, un bailarín del Cuerpo de Danza Tradicional de ese país que enfrenta un conflicto cuando aparece Irakli, otro bailarín que, por un lado, le pelea un puesto pero, por otro, lo atrae sexualmente. Esto da pie a un tenso drama de identidades que a veces cae en algún cliché asociado a este tipo de producciones pero igualmente logra destacar por méritos propios. Destacan sobretodo las escenas de baile (un alarde estilístico de una gran fuerza dramática) y la interpretación del jovén Levan Gelbakhiani, quien borda su interpretación tanto dentro como fuera de la sala de danza (no por nada ganó el premio a Mejor Actor durante la pasada edición de la Seminci y ha sido nominado en la misma categoría a los EFA). Si os gustó Call Me by your Name lo más seguro es la disfrutéis tanto como yo.
Bueno, eso ha sido lo que he visto durante los últimos días. Todavía me quedan más películas por ver, algunas muy jugosas como La Famosa invasión de los osos en Sicilia o El Traidor, de las cuales ya os iré hablando en próximas crónicas que haga ;)
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