CRÍTICA: THE PREDATOR

1. Titulo original: The Predator
2. Año: 2018
3. Duración: 101 min
4. Pais: Estados Unidos
   
5. Director: Shane Black
   
6. Guionista: Shane Black, Fred Dekker
   
7. Música: Henry Jackman
8. Fotografía: Larry Fong
   
9. Actores principales: Boyd Holbrook, Olivia Munn, Jacob Tremblay, Trevante Rhodes, Sterling K. Brown, Thomas Jane, Alfie Allen, Michael Kegan-Key, Jake Busey, Yvonne Strahovsky.
10. Género: Ciencia-ficción. Aventuras. Extraterrestres.
    
11. Web oficial: No tiene
12. Resumen de la película: Cuando el pequeño Rory activa accidentalmente un enigmático artefacto que le ha enviado su padre, desencadenará la vuelta de los Yautjas a la Tierra trás muchos años alejados de ella. Esta especie extraterrestre se caracteriza por convertir en su trofeo al resto de criaturas y por obtener su poder a través de la hibridación. Ahora, estos alienígenas han mejorado su ADN por lo que son aún más fuertes, inteligentes y mortales. Es por ese motivo que solamente un grupo de exsoldados y una reputada bióloga podrán evitar el fin de la humanidad. 
13. Premios: No tiene.

 A medio camino entre el cine bélico y de terror, la saga Predator nació como una subversión de la acción ochentera pero acabó generando desparrames de todo tipo, algunos memorables y otros no tanto (¿alguien dijo Aliens vs. Predator?). Por ese motivo fueron muchos los que se echaron a temblar cuando Shane Black manifestó abiertamente la intención de retomar las desventuras de esta icónica criatura. Ahora bien, Black es responsable de libretos como Arma letal, El último Boy Scout o El último gran héroe, es decir, nos encontramos ante un cineasta que tiene interiorizado el estilo de los 80/90 a base de escribir auténticos clásicos de aquella época y lo ha trasladado sin trampa ni cartón a The Predator, una aparatosa, maravillosa, y génial macarrada.

 

Podría decirse que The Predator es puro Grindhouse tan comprometido con su propia basura que es, a su manera, un plácer de contemplar. En primer lugar, Black se toma de forma personal eso de que lo importante de la serie es quiénes se enfrentan al monstruo, por eso acentúa al máximo los caracteres extremos de los soldados, convirtiéndolos en militares tronados, con enfermedades mentales, estrés post-traumático o, simplemente, personalidades conflictivas. Según como se mire, esto último vendría a ser una peligrosa arma de doble filo, pero el director de The Nice Guys (con la ayuda de Fred Dekker, su fiel escudero) logra salvar la papeleta gracias a un guión lleno de diálogos ágiles, faltones, llenos de desafíos verbales bajo los que subyace una camaradería muy particular y algo pasada de moda en estos tiempos que corren. Del mismo modo, cabe destacar un extra de casquería que alegrará la vista a cualquier admirador del cine gore y algunos recursos prácticos que molan bastante.

Otro acierto de la película es que prácticamente todos los integrantes de su magnético reparto saben como sacarle provecho con el tono exacto a los soldados que les corresponde representar. Por ese motivo gente como Olivia Munn, Trevante Rhodes, o Thomas Jane logran sacar auténtico oro de la comicidad y el cinismo que rebosan sus respectivos personajes. Viniendo al caso, aclamación aparte se merece un prodigioso Jacob Tremblay, el cuál sirve a modo de vínculo con los tics propios del blockbuster contemporáneo.

Ahora bien, es una lástima que, desde los despachos, se hayan potenciado los efectos visuales justitos y las ansias de anticipar más secuelas por encima del talento presente. Digo esto porque los reshoots que tuvieron lugar en Febrero de este mismo año para cambiar su tercer acto, con el fin de contentar a sus fans más conservadores, se notan bastante sobretodo en el montaje. A parte de eso, por mucha energía interpretativa que tenga, el agente del gobierno encarnado por Sterling K. Brown tampoco me ha hecho demasiada gracia.

Con todo, The Predator hace muchas cosas para dar fuerza a una franquicia que ya tiene 31 años. Por eso, se mire como se mire, os recomiendo que al menos le echéis un vistazo, sobretodo a aquellas personas que disfrutan viendo acción ochentera mientras escuchan frases lapidarias con ingenio viril y mucha testosterona.

LO MEJOR: los diálogos de Black continuan exhibiendo ese filo marca de la casa.

LO PEOR: El tercer acto tendría ser de otra manera y para colmo se alarga demasiado.

Puntuación: 7/10

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