- Titulo original: Rogue One: A Star Wars Story
- Año: 2016
- Duración: 133 min
- Pais: Estados Unidos
- Director: Gareth Edwards
- Guionista: Chris Weitz, Tony Gilroy.
- Música: Michael Giacchino
- Fotografía: Greig Fraser
- Actores principales: Felicity Jones, Ben Mendelsohn, Diego Luna, Donnie Yen, Jiang Wen, Mads Mikkelsen, Forest Whitaker, Riz Ahmed, Alan Tudyk, James Earl Jones.
- Género: Bélico, Ciencia-ficción, Aventura espacial.
- Web oficial: No tiene
- Resumen de la película: Narra una historia bélica que transcurre entre el 'Episodio III - La venganza de los Sith' y el 'Episodio IV - Una nueva esperanza', cuando un grupo de soldados rebeldes recibe la misión de robar los planos de la Estrella de la Muerte.
- Premios:No tiene.
Cuando Disney mostró hace unos años su extenso planning entorno al futuro de Star Wars dentro de la compañía, una de las cosas más llamativa que captó rapidamente nuestra atención fue la presencia de esa maldita palabreja a la que solemos referirnos por el nombre de "Spin-Off", concepto según el cual nos referimos a los proyectos nacidos como extensión de otro anterior y en los cuales solemos explorar una parte de su universo o solemos profundizar en la personalidad de alguno de sus carismáticos secundarios.
La verdad, cuando yo me enteré de este proyecto, que sirve a modo de precuela del clásico episodio IV y nos narra el famoso robo de los planos de la Estrella de la Muerte a manos de un atípico grupo de rebeldes, lo primero que me sobrevino fue una inusitada sensación de pereza porque ya estaba cansado de oir hablar sobre esa condenada historia que no dejaba de ser una anecdota sin la menor trascendencia dentro de la trilogía original y que iva a suponer una nueva oportunidad para que el estudio del ratón Mickey se enbolsara una exorbitada recaudación en taquilla, ya que absolutamente todo lo que llevé el nombre de esta saga es sinónimo de taquillazo. Pero es en estos momentos, trás su visionado, cuando me cuestiono fuertemente: ¿por qué dudé de ella?
Rogue One no deja de ser una oportunidad, y parece ser que Disney la ha aprovechado esta vez para equipararse a la trilogía original con uno de sus proyectos más oscuros y arriesgados hasta la fecha. La película se plantea como una misión, casi suicida, marcada por un claro tono bélico que hará las delicias de los amantes del género (Ya la trama en sí se podría plantear como un interesante híbrido entre 12 del Patíbulo y los cañones de Navarone, a la vez que vemos constantes guiños a otras cintas como Apocalypse Now, el desafío de las Aguilas, o Salvar al soldado Ryan en su frénetico tercio final). Durante su primera hora, el ritmo va ascendiendo paulatinamente a la vez que nos va presentando a los personajes, uno de los mejores repertorios que recuerdo dentro de la saga, para acabar explotando en un final apoteósico donde los efectos visuales se apoderan del mismo para acabar coronandola como una de las cintas má espectáculares a nível de ciencia-ficción que yo recuerde en este año. Hablando del apartado visual, posiblemente estemos ante una de las cintas más bonitas de la saga dentro de este apartado ya que la dirección fotográfica de Greig Fraser resulta sumamente acertada en su misión de captar planos a cada cual más fascinante.
El elenco rebosa carisma y tiene un potencial sorprendente. Felicity Jones se corona ex-aequo con Margott Robbie el título de reina de este año 2016 trás sus notables colaboraciones en cintas como Un monstruo viene a verme, Inferno, o la que nos mantiene ocupado sobre estas líneas. Su rol protagonista supone un gran acierto que se traduce en una interpretación bastante decidida a destacar a través de un marco evolutivo realmente notable. Por otra parte, Diego Luna nos entrega uno de sus papeles más complejos a nível moral y plantea ciertos dilemas dentro del concepto que tenemos de pertenecer a un bando durante un conflicto y lo que este nos obliga a hacer durante el transcurso del mismo. Además, pese a no existir una verdadera química entre el y Jones, como contraposición del personaje de Jyn Erso me convence bastante.
Donnie Yen y Jiang Wen llegan a la franquicia galáctica para lucirse demostrando lo bien que saben repartir golpes (genial el guiño a Zatoichi personificado en la fígura de Yen como ese monje/guerrero ciego) y Alan Tudyk, a quien algunos les sonará por su papel en la famosa serie Firefly, aquí encarna a un cínico y divertido androide imperial reprogramado que enamorará al público con su arrolladora personalidad. A su vez, en el bando de los malos tenemos a un solemne Ben Mendelsohn encarnando al taimado director Orson Krennick y, por supuesto, al inigualable Darth Vader, quien solamente con dos escenas se basta para lucirse enormemente y ofrecer cierto plus de memorabilidad a la cinta.
Desgraciadamente, el film no es perfecto y eso lo prueba un escaso, que no pobre, planteamiento y desarrollo en ciertos personajes como el encarnado por un desubicado Forest Whitaker, bastante excesivo haciendo grandes gestos y poniendo caras bastante raras, el científico de Mads Mikkelsen, o el piloto cuyo rol recae en el actor Riz Ahmed, a quien pudimos ver este Verano en Jason Bourne.
Además, es cierto que la labor de Gareth Edwards como director deja bastante que desear en ciertos aspectos referidos al desarrollo de la historia y la propia cinta; Cada día me convenzo más de que lo suyo no son los grandes blockbusters sino las pequeñas producciones, ahí si que lo clava (vease su formidable debut, Monsters).
En resumén, me quedo bastante contento con Rogue One y me quito el mal sabor de boca que me han dejado ciertas películas como esta en el pasado. A la espera de ver la siguiente historia de Star Wars con la que nos sorprenden...
LO MEJOR: Es un proyecto arriesgado y novedoso cuyo estilo bélico te atrapará rapidamente.
LO PEOR: Le falta desarrollo en ciertos personajes y no sento la presencia de Gareth Edwards como director.
Puntuación: 8/10
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