Primeras impresiones de 30 Monedas

 

Este 2020 se cumplen 25 años de El día de la bestia y 10 de Balada triste de trompeta, fechas redondas de películas sublimes para enmarcar el estreno de 30 Monedas, la nueva serie de Álex de la Iglesia. No es la primera vez que el director bilbaíno prueba suerte en la televisión; en 2006 hizo La habitación del niño, un Telefilm que forma parte de la antología Películas para no dormir, y en 2008 llegaba a La 2 Plutón BRB Nero, una comedia de ciencia ficción que seguía las desventuras de una nave española y su pintoresca tripulación por el espacio. Del mismo modo que en aquellas, el cineasta firma el guión junto a su inseparable Jorge Guerricaechevarría, con quien comparte la autoría de joyas como Acción Mutante, La Comunidad o la citada El día de la bestia, con la que 30 Monedas tiene muchas cosas en común. Pero empecemos por el principio.

El título de la serie hace referencia a las treinta monedas por
las que Judas vendió a Jesucristo. Con esas misteriosas reliquias en el centro del relato se teje una lucha apocalíptica por la que desfilan sectas demoníacas, un alcalde atribulado, poderes ocultos, mastuerzos enigmáticos y grandes dosis de sangre y violencia sin freno. Todo ambientado en el segoviano pueblo de Pedraza. 

Su principal protagonista es el padre Vergara, interpretado por un colosal Eduard Fernández, que aparte de ser cura también es exorcista, ex-presidiario y boxeador en sus ratos libres. A este le acompañan Elena y Paco, la veterinaria y el alcalde del pueblo, interpretados respectivamente por Megan Montaner y Miguel Ángel Silvestre (este último me ha arrancado más de una carcajada viendo el piloto). Entre los secundarios encontramos a varios rostros conocidos como Macarena Gómez, que interpreta a la mujer del alcalde y propietaria del matadero, Paco Tous (Los Hombres de Paco, La casa de Papel) o Pepón Nieto. Pero quien se lleva la palma es una inquietante Carmen Machi más terrorífica que nunca.

El primer episodio de 30 Monedas es simple y llanamente espectacular. Como carta de presentación me parece inmejorable, combinando a la perfección terror, acción y comedia (hay diálogos que bien habría podido firmar el mismísimo Berlanga), son 77 minutos de puro disfrute que se pasan volando y te dejan con ganas de más. Como es bien sabido los últimos trabajos de Álex tienden a excederse demasiado, llegando a tirarlo todo por tierra en muchas ocasiones, por eso quizás sea mejor esperar a ver los demás capítulos y juzgarla en su totalidad. Ahora bien, como el resto de la temporada mantenga así de bien el tipo vamos a gozar de lo lindo.