SINOPSIS: Seis antidisturbios ejecutan un problemático desahucio en el centro de Madrid, pero el desalojo se complica y sucede una tragedia. Un equipo de Asuntos Internos de la Policía será el encargado de investigar los hechos, que podrían acarrear graves consecuencias a nuestros protagonistas.
2020 está siendo un año de grandes cambios y desafíos: el Coronavirus nos ha trastocado la vida a todos. En lo que atañe al cine por ejemplo ha habido muchos retrasos; grandes títulos que todos esperábamos con ganas como Black Widow, No Time to Die o Dune han sido pospuestos hasta más tarde, produciéndose así un efecto dominó que ha alterado el calendario de estrenos por completo. Cuando todo lo demás falla, las series han seguido estando ahí para entretenernos en estos tiempos tan difíciles. Una de las más esperadas por los seriéfilos y fans de su director era Antidisturbios, que supone el regreso de Rodrigo Sorogoyen a la televisión después de muchos años centrado en el cine y ha sido diana de comentarios que llegan a calificarla de "insulto". Tenía muchas ganas de ver qué podía salir de esto y no me ha decepcionado en absoluto.
Agobiante sería la palabra más adecuada para describir esta serie. Antidisturbios te atrapa desde el primer momento con una secuencia de apertura (la ya legendaria partida de Trivial) que por sí sola funciona perfectamente. Sorogoyen coloca la cámara muy encima de los actores para acrecentar aún más la tensión y que la inmersión del espectador sea total. De este modo es como si nosotros fuéramos otro miembro del equipo, permitiéndonos conocer mejor a los personajes, ofreciendo un acercamiento creíble a todos ellos. Sin embargo, aunque busca ofrecer un buen dibujo de los personajes, el interés de la serie no radica tanto en un desahucio que acaba mal sino averiguar cómo llegaron a esa situación. Por eso termina centrándose más en la investigación de Asuntos Internos, que abre el espectro llevándola a un terreno de sobra conocido por sus creadores (recordemos que Sorogoyen e Isabel Peña ya abordaron previamente la corrupción en El Reino pero desde un enfoque distinto). Esta se desarrolla de manera fascinante y prestándole mucha atención hasta el más mínimo detalle. Ni siquiera en los momentos más "íntimos" que desvían la atención de la trama principal la serie pierde interés. Al final, entre una cosa y otra, los capítulos se pasan volando.
Formalmente hablando la serie me parece impecable. No hay departamento que no haya dado el 120% en este sentido, es tan reseñable la música de Olivier Arson como la dirección de arte de Miguel Ángel Rebollo, del mismo modo Álex de Pablo se merece un aplauso ya que no solo se encarga de la fotografía sino de manejar la cámara con todos los riesgos que eso conlleva. Y el reparto, ¿qué puedo decir de sus actores sin caer en lo típico? Algunos son de los más importantes que tenemos en este país. Me han gustado especialmente Hovik Keuchkerian (este hombre derrocha carisma) y Roberto Álamo, pero la que más me ha sorprendido ha sido Vicky Luengo; ella es la gran revelación de Antidisturbios.
Como habréis podido deducir por mis entusiastas palabras, Antidisturbios me ha gustado mucho. Estamos ante la mejor serie del año y una de las mejores que se han hecho nunca en España, no me cabe la menor duda. Sé que con esto me arriesgo a generar unas expectativas que podrían parecer desmesuradas pero nada más lejos de la realidad: Sorogoyen ha depurado mucho su técnica hasta alcanzar la excelencia. Otra recomendable serie de Movistar, y ya van...
LO MEJOR: su episodio piloto
LO PEOR: quizás me atrevería a decir que la resolución final es algo apresurada.
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