SINOPSIS: La batalla por San Francisco continúa. El mundo de Ah Sahm, un prodigio de las artes marciales, se pondrá patas arriba cuando la guerra de bandas en Chinatown se recrudezca.
Tenía pensado escribir algo de Mank (tranquilos, ya hablaré de la nueva película de David Fincher en otro momento), pero en su lugar vais a permitirme dedicarle unas palabras a la segunda temporada de Warrior, que no solo supone el supuesto final de la serie sino también el de la cadena Cinemax. En Enero de este 2020 Warner Media anunció que Cinemax, un canal de televisión donde vieron la luz series tan recomendables como Quarry (de la que ya hablé en el blog) o The Knick, dejará de producir y emitir series originales este mismo año. ¿En qué lugar deja esto a Warrior? Ante un futuro incierto, nos tenemos que poner en lo peor y suponer que la serie será cancelada, terminando así en su segunda temporada. Sin duda un duro golpe para los fans de la serie (entre los cuales me incluyo) y aficionados a las artes marciales, que encontraron aquí su "happy place". Pero bueno: alegrad esas caras porque, de ser su última temporada, al menos la serie se ha despedido por todo lo alto.
propia hija, Warrior vuelve pisando fuerte con su segunda temporada. La serie creada por Jonathan Tropper (el responsable de Banshee) continúa donde lo dejó su primera temporada. Un intento de asesinato aumenta las tensiones entre las tong Hop Wei y Long Zii, que se disputan el territorio mientras el creciente fervor anti-chino amenaza con destruirlos a todos. En medio de todo se encuentra nuestro protagonista, el guerrero Ah Sahm, que lucha por hacerse un nombre en una ciudad sin ley. Pasando sus noches perfeccionando sus habilidades en artes marciales en un notorio lugar de pelea en la Costa Berberisca, dirigido por una mujer inteligente y oportunista llamada Rosalita Vega (Maria Elena Laas), Ah Sahm alberga la ambición de derrocar al padre Jun (Perry Yung). Para lograr esto impulsa al heredero del Hop Wei y su mejor amigo, Young Jun (Jason Tobin), a un nuevo acuerdo de opio y da la bienvenida a la llegada de un entusiasta nuevo recluta y luchador, Hong (Chen Tang).
Contar con Tropper al frente de del equipo creativo de Warrior ha favorecido que la serie de Cinemax haya heredado parte del código génetico de la celebrada Banshee, lo cual se traduce en un tono de lo más macarra que se mantiene en esta nueva temporada, con un tratamiento de la acción a la altura de las circunstancias. Posiblemente esta serie tenga las mejores escenas de lucha que he visto en televisión desde Daredevil (y lo dice alguien al que le ha gustado mucho Gangs of London, sobretodo su quinto episodio). Lo mejor de todo es que la serie, aparte de hostias como panes, tiene una escritura muy eficiente que dosifica con inteligencia la exposición y su historia es lo bastante interesante para enganchar a cualquiera. Al igual que Gangs of London, la otra serie de temática criminal que ha causado furor en las redes, a Warrior se la ha comparado mucho con Peaky Blinders y en este caso creo que no anda desencaminada.
Aparte de lo bien escrita que está y lo espectaculares que son sus peleas, si esto funciona tan bien es porque cuenta con un gran elenco de actores y actrices que creen en lo que hacen, en el que figuran nombres de grandes expertos en la materia de dar guantazos como Joe Taslim (que despuntó en 2011 con The Raid y consolidó su figura con la brutal The Night Comes For Us) o Hoon Lee, más conocido por interpretar al carismático Job en Banshee. Aparte de Andrew Koji (que evoca constantemente esa eterna pose confiada y chulesca de Bruce Lee cuando pelea) cabe destacar lo bien defendidos que están sus personajes femeninos, sobretodo el de Ah Toy por una fabulosa Olivia Cheng.
La única pega que le pondría a esta segunda temporada es que deja unas cuantas tramas en el aire que podrían dar mucho juego en una hipotética tercera temporada. Personalmente me daría mucha rabia que la serie acabe aquí, teniendo semejante potencial desperdiciado. Cruzemos los dedos para que HBO Max se haga con ella y sus creadores puedan seguir desarrollándola. Al que le gusten las artes marciales y las películas de Bruce Lee esta serie no le debería pasar desapercibida.
LO MEJOR: compensa muy bien acción con el desarrollo de personajes, los cuales están constantemente evolucionando.
LO PEOR: te deja con ganas de una tercera temporada que a saber si la harán.
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