- STARLIGHT
- Dibujo: Goran Parlov
- Color: Ive Svorcina
- Formato: cartoné, 168 páginas.
- Sinopsis: Hace 40 años, Duke McQueen fue un héroe espacial que logró salvar un lejano planeta de la tiranía. Ahora es un anciano que vive de sus recuerdos y al que todos toman por loco... hasta la noche en que un joven venido de las estrellas aparece proponiéndole una última aventura.
- Sinopsis: Hace 40 años, Duke McQueen fue un héroe espacial que logró salvar un lejano planeta de la tiranía. Ahora es un anciano que vive de sus recuerdos y al que todos toman por loco... hasta la noche en que un joven venido de las estrellas aparece proponiéndole una última aventura.
Capaz de lo mejor y lo peor, Mark Millar es uno de los autores más polémicos y que más fácil divide al público con sus obras. En 1994 comenzó a escribir la serie Swamp Thing para DC, introduciéndose así en el mercado estadounidense después de hacerse un nombre en su Gran Bretaña natal. Después de eso hizo más cosas para la editorial hasta que sucedió a Warren Ellis como guionista de The Authority (que fue lo que realmente disparó su carrera). Convertido ya en un guionista de prestigio, es contratado por La Casa de las Ideas y bajo el sello Marvel escribe algunos de sus títulos más laureados, tales como The Ultimates, Civil War o El viejo Logan. En 2004 funda su propia compañía, Millarworld, entre cuyas obras más importantes destaca Kick-Ass. Justamente dentro del Millarworld se encuentra el cómic del que hoy vengo a hablaros y posiblemente mi favorito del escocés, una historia de corte pulp/futurista que sirve como tributo a la Space Opera.
No nos engañemos: Starlight es una obra marcada por la nostalgia, y como tal es un disfrute sobretodo para aquellas personas que se criaron con los tebeos de Valérian y Laureline, las películas de Star Wars o Flash Gordon. De este último bebe mucho, al igual que Flash nuestro protagonista fue el salvador de un lejano planeta, sin embargo eso es cosa del pasado y Duke ahora es un anciano que me recuerda más a Walt Kowalski, el protagonista de Gran Torino. Pero cuando la aventura llama otra vez a su puerta se tendrá que volver a calzar el uniforme como Mr. Increíble (hay una viñeta que es un sentido homenaje a la película de Brad Bird). A partir de ese momento la acción se traslada de nuevo al espacio y la sombra de Moebius planea sobre el cómic de Millar.
El dibujante croata Goran Parlov está en la misma sintonía que el Moebius de El Incal, el Juan Giménez de La Casta de los Metabarones o el Mike Mignola de Mundos de Krypton. Poseedor de una línea pulcra extremadamente evocadora y detallada, de la cual se beneficia ampliamente un muy apropiado trabajo de color, el dibujante se desenvuelve con eficiencia tanto en escenas de acción como de tensión dramática. Al final este logra encontrar el equilibrio justo entre el preciosismo del cómic de aventuras europeo y el espíritu dinámico de los tebeos de género que la editorial Image lleva acogiendo durante los últimos años, consiguiendo solucionar de manera notable la transición entre lo mundano y lo exótico, algo que resulta fundamental para que la historia funcione.
No esperes encontrar aquí una lectura muy profunda ni una historia muy elaborada, como ya he dicho antes se trata de un cómic hecho con cariño por su autor, un sentido homenaje a un género muy querido por él y que personalmente disfruto bastante. Dicho esto, si te gustan este tipo de propuestas, Starlight no puede faltar en tu estantería.
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