A punto de terminar la Guerra Civil americana (1861-1865), Inman, un soldado confederado herido, vive una auténtica odisea para regresar a su casa en Cold Mountain (Carolina del Norte) y reunirse con su prometida Ada, que lleva años esperándolo.
Aclamada adaptación de la novela con el mismo nombre, y realizada por Anthony Minghella (el paciente inglés, el talento de Mr. Ripley), Cold Mountain es una película romántica que me encandila por todos los sentimientos que me provoca cuando la veo. Su romance, pese a cierto pasteleo inoportuno, no deja de ser el motor de la trama y la verdad esque resulta encantador (esto es debido en gran parte a la innegable química entre Kidman y Law). Además, incluso a ratos puede llegar a parecernos divertida si la ves desde cierta perspectiva gracias al personaje y la interpretación de Renée Zellweger, merecedora de un Oscar a mejor actriz secundaria y otros muchos premios por esta película. Pero también es una cinta desgarradora, incluso terrorífica, que muestra mediante un gran espectáculo lo que realmente fue la Guerra de Secesión americana y sus posteriores destrozos.
Visto así, díria que me gusta mucho más esta película que el Paciente Inglés por todos los motivos que os he comentado previamente, pero también me gustaría añadir que Minghella realiza su propia reinvención de una de mis historias preferidas, la Odisea de Hómero, y ese es ya es de por sí un gran motivo por el que teneis que ver esta película.
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