De la mano de Andrzej Sapkowski, Geralt de Rivia nació en las páginas de la revista polaca Fantastyka en 1986, como parte de un concurso de relatos. Por aquel entonces Sapkowski estaba buscando una manera de hacer algo nuevo respecto a la fantasía predominante, sobre todo los Conan e incipientes "dragonadas" (Reinos Olvidados, Dragonlance...), y para ello quiso darle una vuelta de tuerca al típico cuento de hadas. El resultado fue una saga literaria fantástica que hoy día goza de cierta fama, en gran parte debido a los videojuegos de CD Projekt, y ahora está en boga de todos gracias a Netflix. Dicha plataforma de streaming, en su afán de acaparar el interés del gran público por completo, manufactura una de sus producciones más ambiciosas hasta la fecha, una serie de televisión la cual tiene más cosas en común con producciones como El señor de los Anillos o Willow que con Juego de Tronos.
Hace mucho tiempo que la vi, hará un par de mese a lo sumo, con todo y con eso mi opinión sobre The Witcher no ha cambiado ni un ápice: aún con sus defectos (que los tiene) sigo pensando que se trata de una buena fantasía medieval e inmejorable adaptación de la obra de Sapkowski. No hace falta ver mucho de la serie para saber que todo está encaminado con el fin de que los caminos de sus principales personajes terminen cruzándose, la cosa es que para llegar a ese punto esta se lo toma con calma. Dicho esto, si lo que buscas es acción no vas a encontrar mucha; hay unas cuantas escenas de lucha a espada muy chulas (sin duda la pelea en Blaviken y el enfrentamiento con Renfri es la mejor de todas) pero poco más, aquí lo realmente importante es plantar bien las semillas y regarlas con esmero para recoger los frutos más adelante. En otro orden de cosas cabe destacar tanto su banda sonora, sobretodo la pegadiza canción "toss a coin to your witcher", como la gran factura técnica de la serie (y con todo no es nada espectacular comparada con otras series o películas del mismo género).
Otro aspecto remarcable de la serie es la labor de Henry Cavill dando vida a su protagonista. El actor británico, quien se hizo mundialmente famoso tras dar el salto al cine de superhéroes en 2013 con El hombre de acero, está genial como Geralt de Rivia, se siente cómodo en dicho papel y se nota mucho. Al igual que Cavill, Anya Chalotra (quien interpreta a la hechizera Yennefer de Vengerberg) también hace un gran trabajo, siendo la evolución de su personaje algo constante e interesante. Y no me quiero olvidar de Freya Allan como Cirilla (Ciri para los amigos), otro personaje clave tanto en las novelas como los videojuegos que en la primera temporada tiene cierto peso y cobrará todavía más con el tiempo.
Tal y como he señalado antes, la serie no está exenta de fallos. Puedo llegar a entender las quejas de espectadores que no han leído los libros ni jugado a los videojuegos y la serie les ha parecido algo "confusa"; ciertamente esta tiene una estructura liosa, ¡incluso yo, que ya conocía de antes este universo, me perdí en alguna ocasión viéndola! Mi recomendación es que la veáis prestándole muchísima atención, si os distraeis es posible que perdáis fácilmente el hilo narrativo...
En resumen, ¿vale la pena darle una oportunidad a The Witcher? Si os gusta la fantasía, más concretamente el subgénero de espada y brujería, o sois fans ya sea de los libros o los juegos de CD entonces os animo a que le echéis un vistazo. Tal vez no sea la mejor serie de Netflix, ni siquiera de su género, pero da lo que promete (osease, un buen rato de entretenimiento) y a veces eso es más que suficiente.
LO MEJOR: su sólido worldbuilding y lo fiel que es a los libros de Sapkowski.
LO PEOR: la subtrama de Ciri.
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