Retomo esta sección dedicada al mundo de los videojuegos con uno de los mejores títulos de la pasada generación, un juego de acción y supervivencia ambientado en una isla paradisíaca llena de oportunidades para el jugador.
Desarrollado a dos manos por Ubisoft Montreal y Massive Studios, en su día la tercera entrega de la franquicia Far Cry fue aclamada universalmente. El juego fue elogiado por Eurogamer, donde obtuvo una gran calificación de 10 sobre 10, declarando dicho medio que "Far Cry 3 representa todas las cosas buenas acerca de los juegos de mundo abierto". Edge también elogió el juego, llamándolo "salvaje, reactivo e impredecible", y le dio una muy buena calificación. Del mismo modo, este fue nominado a varios importantes en la industria incluyendo el premio BAFTA al mejor juego, el cual perdió frente a Dishonored en 2013 (no obstante ganó el de mejor juego de acción). Pero dejémonos ya de anécdotas y volvamos al tema que nos ocupa.
Far Cry 3 pone al jugador en la piel de Jason Brody, un turista varado en Rook Island, un idílico paraje aislado de la civilización. En este paraíso salvaje, donde el caos y la violencia son moneda corriente, el jugador decidirá cuándo, dónde y cómo se desarrollarán los eventos y situaciones que se le presentarán a lo largo de la historia. De acuerdo, su premisa no dista mucho de la de los anteriores episodios, lo único es que ahora hay otro escenario y nuevos personajes. Ahora bien: si la fórmula que idearon en su día funciona tan bien, ¿qué necesidad hay de cambiarla?
El planteamiento es tan sencillo como el de cualquier sandbox: Podemos hacer avanzar la historia con las misiones principales, a las que accedemos dirigiéndonos a los puntos señalizados del mapa, y además hay un gigantesco abanico de entretenimientos y misiones secundarias a nuestra disposición. Liberar puestos enemigos, cazar animales o encontrar plantas exóticas, patearnos el mapeado... todo esto y más da para un montón de horas de entretenimiento.
Luego están las formas de desplazamiento, que son muy variadas. Tierra, mar, aire... hay toda clase de vehículos, desde coches hasta motos de agua pasando por alas delta, cuyo manejo resulta muy agradable. Ciertamente podemos tirar de los viajes rápidos pero, por idea y concepción, Far Cry 3 es un juego que se disfruta mucho más cuando paseamos por sus entornos y nos empapamos de todo lo que ofrece.
En lo tajante a aspectos tecnológicos destacan una vez más elementos que aportan grandes resultados jugables y estéticos (el fuego y su comportamiento, por ejemplo, vuelve a ser algo clave). Por otra parte también hay físicas bastante bien implementadas como la iluminación o la "textura" de los elementos que son dignas de reconocimiento.
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