Looper es posiblemente una de mís películas favoritas. Ya comenté en la review de Los últimos Jedi que me parece una maravilla y aquí vuelvo a hacer énfasis en ello. Se trata de una película de género Noir pero sometida a otro código génerico, como ya pasaba en Brick (el grán debut de su director, Rian Johnson). En este caso se trata de ciencia-ficción, porque conjuga Viajes en el tiempo con una historia de asesinos a sueldo y ángeles vengadores. Precisamente, una de las escenas más memorables de esta cinta es el encuentro entre el sicario, encarnado por Joseph Gordon-Levitt, y su versión del futuro, interpretada por Bruce Willis.
La escena transcurre en un bar de carretera donde ambos se reunen para poner las cosas en su sitio. Durante esa conversación, Johnson consigue crear una tensión que resulta palpable en los gestos de ambos personajes. Tampoco hay una banda sónora de fondo, solamente el ruido que hacen los demás clientes. Si a esto le añadimos algunos primeros planos bastante detallados de ambos actores y ciertas líneas de guión muy interesantes, tenemos un momento que resulta, como os he dicho antes, memorable.
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