- SIPNOSIS: Un ladrón ex-convicto asume la identidad del sheriff de Banshee para continuar con sus actividades criminales, incluso cuando está siendo perseguido por los mafiosos que traicionó en el pasado.
Creo que vemos películas o en este caso series para desconectar de nuestra vida y experimentar nuevas cosas.
Yo quise hacerlo este verano y lo conseguí gracias a un increíble descubrimiento: se llama Banshee y Alan Ball (creador de la afamada True Blood) está detrás de ella. ¿Quereis saber por qué me ha enganchado tanto? Veamoslo.
Tenemos a un protagonista que es la excepción a la regla (se trata de un ladrón y ex-convicto que se hace pasar por el Sheriff de Banshee para impartir su propia justicia), malos exagerados (un temible mafioso del este que busca venganza y otro gangster que en el pasado fue Amish), y una galería de personajes realmente pintorescos (un barman que fue boxeador en otra vida y que también pasó por la carcel, un hacker que es una drag-queen y el mejor en lo suyo, por no hablar de una mujer que, además de estar casada con un veterano de guerra y tener dos hijos, lleva una doble vida como ladrona/justiciera). Si a todo esto añadimos mucha violencia y un poco de sexo, tenemos un producto 100% Alan Ball. Banshee es todo eso y mucho más.
La serie es terriblemente entretenida y una combinación de géneros muy arriesgada: hablamos de acción, drama, intriga, y, a vecés, de cómedia (eso sí, se trata de un humor negrísimo). Por otra parte, su tono es cercano al de otras grandes obras del género criminal y policíaco como una historia de violencia o único testigo y os adelanto que, si os gustan las emociones fuertes, acabareis satisfechos ya que tiene peleas realmente brutales y grandes momentos como el enfrentamiento final de la segunda temporada o el asalto a la comísaria durante el quinto episodio de la tercera temporada (posiblemente mi favorito y un gran homenaje a John Carpenter). Si tuviera que añadir algo más sería que su final me parece completamente redondo.
Por otra parte me gusta considerar a Banshee una serie de personajes, ya que estos son posiblemente lo mejor de ella. Todos sufren de algún modo cierta evolución y hay casos específicos que te dejan sin palabras. Lucas Hood, nuestro héroe, es uno de ellos, pero también están Anna (la ex de Hood y que está interpretada de una forma genial por Ivana Millicevic), Kai Proctor (el ganster y antiguo Amish encarnado por Ulrich Thomsen que, para mí, es desde este momento uno de los mejores villanos de la televisión) o Rebecca, la sobrina y heredera del imperio criminal de Proctor (como os digo, su evolución es palpable y se nota autentica gracias a la interpretación de la actriz Lili Simmons). La mención de honor se la lleva Hoon Lee, que es el encargado de interpretar al hacker/drag conocido como JOB. Posiblemente, se trate del mejor secundario de TODA la serie, ya que su interpretación es buenísima y sabe aunar el tono gamberro con el tono más serio de su personaje.
Negativamente si es cierto que la interpretación de Antony Starr como Lucas no me gusta demasiado y que la serie pega un leve bajón de calidad durante su segunda temporada, pero por lo demás no tengo quejas. A día de hoy, considero a Banshee como una de mis series favoritas y me apena mucho saber que no tendrá más temporadas porque la he disfrutado bastante. De todas formas, Ojalá otras series supieran decir basta antes de volverse cansinas como lo ha hecho Banshee. Solamente por eso la respetaré y recordaré siempre.
LO MEJOR: Sus personajes y la acción son increíbles
LO PEOR: La interpretación de Antony Starr.
Puntuación: 8/10
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