IN GAME: L.A. NOIRE

En esta ocasión vengo a hablaros sobre una aventura gráfica que me tiene completamente fascinado. Se trata de L.A. Noire, un juego desarrollado por Team Bondi y distribuido por Rockstar Games (la misma compañía encargada de grandes hits como Red Dead Redemption o Grand Theft Auto) que lleva tanto el thriller como el cine negro al más alto nível dentro de la industria de los videojuegos.

La acción se situa en Los Ángeles a finales de los años 40. Cole Phelps (nuestro protagonista) es un veterano de guerra condecorado que ingresa en el Departamento de Policía como patrullero, pero Phelps gracias a su pericia como investigador conseguirá resolver varios crímenes que le permitirán ascender rápidamente. Ahora bien, siendo consciente de que nadie puede escapar de su pasado, el tendrá que enfrentarse al suyo tarde o temprano.

De ritmo pausado y muchos diálogos, L.A. Noire es una propuesta cuyo principal atractivo reside en una historia oscura y bastante adulta que está repleta de referencias, tanto cinematográficas como literarias, asociadas al género Noir. A parte de esa historia tan elaborada, cabe destacar algunos detalles como la recolección e investigación de pruebas que encontramos repartidas por la escena del crimen, una magnífica  recreación de los Ángeles o el sofisticado sistema de animaciones faciales, algo estrechamente relacionado con la jugabilidad y que cobra gran importancia durante los interrogatorios, posiblemente la parte más divertida de todo el juego.

 
Sin embargo, más allá de que las escenas de acción no son su fuerte, uno de los mayores problemas del juego precisamente lo encuentro en los mencionados interrogatorios. Recalco lo divertidos que son, sobretodo por las reacciones de los sospechosos cuando les preguntamos ciertas cosas, pero la mécanica también me parece algo confusa, ya que a vecés cuesta bastante diferenciar ese momento en el que la persona que estamos interrogando nos miente o simplemente está dudando porque tiene miedo de nuestra respuesta.

Pese a ello, L.A. Noire consigue resultar una experiencia génial porque consigue convertir al jugador en un verdadero detective, algo que seguramente le garantizará incontables horas de diversión (sobretodo si es un amante de películas como El halcón maltés o La dalia azul).