"¿Qué es la juventud? Un sueño.
¿Qué es el amor? El contenido del sueño."
Con esta existencial cita del filósofo Søren Kierkegaard empieza Otra ronda, lo nuevo de Thomas Vinterberg (Celebración, La caza), que tras ser alabada por la crítica en varios festivales de cine ha acabado siendo doblemente nominada al Oscar. La película supone una nueva colaboración entre el director, su habitual guionista Tobias Lindholm y Mads Mikkelsen (al que muchos conocerán por su papel de Le Chiffre en la película de Casino Royale, el cual le valió cierto reconocimiento internacional). Aquí el actor interpreta a Martin, un profesor de secundaria que se embarca en un particular experimento junto a sus colegas Tommy, Nikolaj y Peter, el cual consiste en mantener regularmente una tasa concreta de alcohol en sangre con el fin de demostrar que así pueden mejorar en todos los ámbitos. Como podréis imaginar, nada sale según lo planeado y tendrá graves consecuencias que repercutirán en sus vidas. El alcohol es un tema delicado y los efectos de su uso excesivo están bien establecidos aquí.
Estamos acostumbrados a que esta clase de películas se dividan en dos tipos de género muy concretos, por un lado tenemos la comedia (veáse Resacón en las Vegas) y por otro lado el drama (Entre copas por ejemplo), pero la cinta de Vinterberg se mueve en la fina línea que separa la risa del llanto, el humor de lo trágico, procurando no sucumbir en ningún momento al maniqueísmo ni el jucio moral. Paralelamente, el director retrata en un segundo plano cómo los jóvenes estudiantes experimentan el estrés y el miedo al fracaso académico, siendo algo que les genera gran ansiedad.
Dicho esto, cabe destacar la impecable interpretación de Mikkelsen. Tiene una mirada enigmática, que nunca llegas a acertar qué esconde. Destacable también su improvisada escena de baile bajo el ritmo de ‘What a life’, de Scarlet Pleasure. Thomas Bo Larsen, Lars Ranthe y Magnus Millang completan el reparto como los amigos del personaje de Martin; si Mads es el alma de la película ellos forman su corazón.
Incluso sin ganar ninguno de los dos Oscars a los que aspira (mejor filme extranjero y mejor director), Otra ronda ya es todo un triunfo. Una original tragicomedia que es a la vez una ácida crítica social y un canto a la vida con uno de los mejores momentos que nos ha dado el cine reciente.
LO MEJOR: la química latente entre sus protagonistas.
LO PEOR: cuando llegan los títulos de crédito
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