reconocibles de la industria de los videojuegos. Cuando Ed Boon y John Tobias se dispusieron a comenzar la producción del primer 'Mortal Kombat' en 1991, el mundo de la lucha virtual estaba capitalizado por Street Fighter 2. Pero, para esta pareja de desarrolladores, a la propuesta de Capcom le faltaba más intensidad en las peleas y fueron más allá de lo que la mayoría de compañías se atrevían a mostrar en aquella época, convirtiendo la violencia gráfica en su seña de identidad. El tremendo éxito del juego propició una adaptación al cine (dirigida en aquel entonces por un desconocido Paul W. S. Anderson) que no funcionó del todo mal en taquilla y dio lugar a una secuela, titulada Mortal Kombat: Aniquilación, y hasta una serie de televisión. En el año 2009, debido al quiebre de Midway Games, la productora Warner Bros compró todo el catálogo de juegos de la compañía (entre ellos la propia Mortal Kombat) con el propósito de hacer más películas. Ahora, de la mano del director James Wan (quien ejerce labores de producción), llega a nuestras pantallas esta nueva adaptación del mítico título de lucha que ofrece un espectáculo tan salvaje y violento como cabría esperar.
No nos engañemos: la película es mala. Sin embargo, con todos sus defectos (que no son pocos), resulta muy disfrutable de principio a fin. Para empezar la premisa es bastante loca. Básicamente, una especie de infierno quiere dominar la tierra. Para lograrlo, deben ganar diez torneos de artes marciales consecutivos. Y el "Mundo Exterior" (que es como se llama este averno) lleva ya nueve victorias, comandados por Shang Tsung, un hechicero humano al servicio de su Emperador. Esta es la última oportunidad de la Tierra, así que Lord Raiden, Dios del trueno, reúne a los mejores luchadores del planeta para que peleen por ella. A partir de ahí, se desata la locura convirtiéndose en un encadenado de peleas a cada cual más sangrienta. Y es que la película de Simon McQuoid ha querido ser lo más fiel posible al juego en que se basa, por ello ha sido calificada como R, lo cual le permite aprovechar todo su potencial; los enfrentamientos son brutales, no faltan los clásicos "fatalities" que harán las delicias de los fans y espantarán a los espectadores más sensibles. Eso sí, puede que haya personas acostumbradas a ver cine de artes marciales a las que le sepan a poco e incluso les molesten cómo están rodadas sus peleas digámoslo así "a la americana".
Luego cada uno de los personajes presentados en esta cinta tienen su momento para brillar. Mas allá de los destacados que puedan ser Scorpion y Sub-Zero (interpretados de manera estupenda por Hiroyuki Sanada y Joe Taslim respectivamente), el resto tienen un background que se explica en segundos y una historia de origen que se completa en pocas escenas. Esto aporta dinamismo y velocidad a la trama, lo que hace que empatices rápidamente con cada uno descubriendo tanto sus motivaciones como objetivos. Además todos tienen alguna referencia cinematográfica (veáse por ejemplo el de Liu Kang, que es un calco de Bruce Lee).
La verdad es que a mi esta nueva versión de Mortal Kombat me parece superior a la original sin ser ninguna maravilla. Es una película muy entretenida para pasar la tarde con los colegas tomando unas cervezas, llena de fantasmadas y con un guión más simple que el mecanismo de un botijo. Dicho esto, el final abre la puerta a una secuela que promete mucho.
LO MEJOR: el prólogo
LO PEOR: su protagonista es un sosaina
