Tras salir de la cárcel, Maurice Faugel asesina a su amigo Gilbert Varnove. A continuación prepara un atraco para el que necesita una serie de herramientas que le proporcionará Silien, un individuo sospechoso de ser confidente de la policia. El robo sale mal, y Maurice, que sospecha que Silien lo ha traicionado, decide ajustar cuentas con él.
Lo que define a Jean-Pierre Melville como uno de los máximos exponentes del cine negro francés es su visión fatalista del propio género. En la mayoría de sus películas suele plantear situaciones que conducen a sus personajes a una encarnizada lucha moral que solamente puede acabar de una manera bastante trágica. El Confidente (su título original, Le Doulos, hace alusión a un curioso juego de palabras relacionado con el argot policial) es una de ellas.
Con un ritmo siempre preciso, unas escenas de acción que son ejemplo de perfección, y unos actores casi hieráticos, Melville consigue levantar una asombrosa radiografía sobre la mentira y un gélido estudio sobre la violencia, el cual diría que es bastante cercano a los westerns de Leone o el cine de Peckinpah, que resulta cautivador en todo momento. Un thriller intenso y que además sirvió de preludio para otros grandes títulos del director como Círculo rojo o Le Samourai. Solamente por todos estos motivos que acabo de daros ya teneís una razón de peso para verla.
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